martes, 13 de marzo de 2012

Sin Dios no hay nada

Salmos 127:1 Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. 

Jesús, en una ocasión, dijo que sin Él nada podríamos hacer. El apóstol Pablo dijo que todo lo podemos hacer en Cristo Jesús. En resumen, necesitamos contar con el respaldo divino para todas las cosas de nuestra vida.

Nuestro estilo de vida nos lleva tan rápido que no podemos darnos cuenta de esta gran verdad. Cuando actuamos con el respaldo de Dios, tenemos seguridad, confianza y paz.

La seguridad viene como consecuencia de que estamos contando con la ayuda del más grande, aquel que siempre ha ganado sus batallas. No debemos de ignorar que Dios siempre quiere nuestro bien, pero necesitamos contar con Él para ser bendecidos en nuestros caminos. 

Por otro lado, la confianza de que estamos en lo correcto. Cuando Dios aprueba las decisiones que estamos tomando, siempre será lo correcto. Aún cuando, a veces, no lo parezca, al final termina siendo lo mejor que hayamos podido hacer. Se los puedo afirmar por experiencia propia. 

Por último, tenemos la paz y la tranquilidad de que nos espera un futuro promisorio. Esto nos hace llegar a un punto donde tengamos que decir que no existe forma de no creer en Dios y buscarle para que apoye nuestros planes. En todas nuestras decisiones, le buscaremos y obtendremos su aprobación.

El actuar por nuestra propia cuenta y sin la aprobación de Dios, tiene consecuencias funestas en nuestra vida. Trae inseguridad, temor y problemas. Creo que no hay que ser economista para darnos cuenta que al sumar y restar, dejar que Dios ordene nuestros asuntos es mucho mejor.

Espero haberles edificado en este día. Un abrazo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario