Romanos 8:6 El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Con la caída de Adán en el Edén, se ha venido traspasando una condición humana de la cual no podemos escapar, y es nuestro deseo interno de buscar aquello que no agrada a Dios.
Cuando la Biblia habla de la carne, no se refiere a nuestro cuerpo, sino a una naturaleza pecaminosa que quiere gobernar nuestros actos. Por ejemplo, cuando tenemos que orar, nuestra carne se opone y nos da sueño, cansancio, surgen otros temas que nos distraen, etc.
Ahora bien, se nos dice que cuando vivimos para satisfacer a nuestra carne, estaremos sembrando muerte y destrucción. Pero, ¿muerte física? No necesariamente. La muerte espiritual es aquella condición que adoptamos cuando no buscamos agradar a Dios con nuestra forma de vivir y nos coloca lejos de la fuente de Vida que es Cristo.
Debemos ocuparnos del Espíritu que, siempre, busca agradar a Dios y obedecer Su Palabra. Cuando buscamos satisfacer sus deseos, nos encontramos con la vida y la paz. Con la vida, porque nos acercamos a la fuente de ella; y la paz porque nuestra conciencia no tiene de qué arrepentirse.
Es importante que ejercitemos nuestra habilidad de rechazar los deseos de nuestra carne y nos orientemos a la obediencia al Padre.
Dios les bendiga!
Hay tiempo para todo...Dios siempre en primer lugar por encima de todas las cosas...(Bi)
ResponderEliminarGracias Bi, por tus comentarios. La Biblia te da toda la razón y es bueno aprovechar el tiempo en ejercitarnos en ser mejores personas cada día. Un abrazo.!
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