jueves, 26 de enero de 2012

Acuérdate de Jehová

Eclesiastés 12:1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: "No tengo en ellos contentamiento"

¿Vale la pena servir a Dios en la juventud?

El vigor que Dios ha colocado en nosotros, como jóvenes, es una virtud tan grande que, en muchas ocasiones, desaprovechamos. Nuestros talentos, nuestra capacidad, nuestra fuerza y nuestro intelecto son herramientas que, en las manos de Dios, se potencializan más.

Las ventajas de servir a Dios en la juventud, son claras y están descritas en la Biblia. La bendición nos acompañara todos los días de nuestra vida; tendremos una vida abundante y un gozo eterno.

En el Libro de Josué 1:8, Dios le dijo a su hijo Josué que nunca se aparte de su boca la Palabra, sino que medite en ella de día y de noche; para que sea bendecido y todo le salga bien ¿Cuántas veces pensamos en Dios, en nuestro diario vivir? ¿Pensamos si nuestros actos están en obediencia a la verdad escrita? Realmente, la obediencia nos conviene a nosotros, ya que por ella somos bendecidos.

Así mismo, se nos promete una vida abundante. Dice la Biblia que Jesús ha venido para que tengamos vida, y para que la tengamos en abundancia. Una vida abundante implica relaciones exitosas (amorosas y de amistad), éxito profesional, salud física y mental; y prosperidad del alma y financiera. 

Por último, se nos promete gozo. El gozo, a diferencia de la alegría, no depende de ninguna circunstancia externa a nosotros, sino que siempre permanece en nosotros. La alegría se produce cuando algo externo la motiva, sin embargo el gozo es dado por Dios cuando nuestra juventud se ajusta a la vida del Reino de los Cielos. 

En conclusión, si analizamos la vida del joven actual, ésta no se parece a la que acabamos de describir, sino todo lo contrario. Solo Dios puede ayudarnos, como jóvenes, a avanzar en nuestra vida escalando los peldaños, en todas las áreas. ¿No tendremos fracasos? Si, pero se enfrentan diferente cuando contamos con el Padre ayudador, quien nos da su mano poderosa.

Dios les bendiga!

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