Aplacando el enojo

Proverbios 17:14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

¿Cuántos de nosotros tenemos que enfrentar conflictos? Creo que la respuesta es obvia, pero no obviemos las sugerencia de nuestro Padre.

La Biblia enseña que la lengua puede encender un gran fuego. Con nuestra boca podemos iniciar o calmar un conflicto. Aunque es un miembro tan pequeño de nuestro cuerpo, tiene un gran influencia en lo que nos sucede. De la misma manera que un pequeño timón guía el destino de un gran barco, así nuestra lengua tiene un gran poder.

Cuando utilizamos este miembro para iniciar la discordia y el desacuerdo, nos convertimos en "maremotos" espirituales, ya que podemos traer una destrucción que, muchas veces, no se puede remediar. ¿Cómo solemos iniciar conflictos? 

1. Cuando comentamos sobre la vida de alguien (chisme o murmuración)
2. Al no respetar los puntos de vista de los demás y sus opiniones.
3. Si nos rodeamos de personas conflictivas, en algún punto seremos influenciados.

Así mismo, hay muchas otras maneras de dañar nuestra vida con la contienda. Ahora bien, ¿cómo debemos de reaccionar ante la discordia?

Solo se nos da una recomendación: DEJARLA. La Biblia dice que, en cuanto dependa de nosotros, que estemos en paz con todos. OJO: En cuanto dependa de nosotros. 

No siempre estaremos en paz con todos, pero preocupémonos que no sea por nuestra culpa, ya que los perjudicados de esto somos nosotros mismos, debido a las consecuencias en nuestra vida emocional y familiar. 

Si percibimos que está surgiendo la discordia, se nos recomienda movernos en otra dirección. La palabra suave aplaca la ira. En la mayoría de los casos, cuando alguien se está enojando y recibe agua fría (palabra suave) se siente confrontado, emocionalmente, y tiende a modificar su conducta.

Si entramos en discordia con alguien, no dejemos que se acueste el sol sobre ese enojo, ya que no conviene. Tratemos de solucionar los problemas a tiempo, antes que se enrede.

Sean bendecidos en este día y disfruten de la gracia de Dios.