La libertad

Versículo base: I Corintios 10:23 "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica"


La reflexión de hoy está basada en el texto que se encuentra en 1 Corintios 10: 23 al 31 donde se nos recuerda que estamos llamados a libertad. 

Es importante que podamos discernir la diferencia entre libertad y libertinaje. La libertad es producida en nosotros por nuestro Señor Jesucristo para que tengamos una vida de abundancia (material y espiritual); sin embargo el libertinaje nos permite hacer todo, sin tomar en cuenta la consecuencia de nuestras acciones.

En nuestra vida, cada acción tiene un efecto, ya sea bueno o malo. La Biblia nos recomienda vivir en obediencia a Dios para provocar efectos que nos convengan. He de señalar el término "recomienda" ya que no estamos obligados a obedecer lo que dice la palabra escrita, sino que es una decisión que tenemos que tomar. 

De acuerdo al versículo 31 debemos de hacerlo todo para la gloria de Dios. En el ejemplo del pasaje bíblico, se nos habla de comida y bebida; sin embargo pueden ser todas y cada una de nuestras acciones (trabajo, relaciones personales, orar, ejercitarnos, etc.)

¿Qué podríamos hacer para poder ir modificando nuestros actos para glorificar a Dios?

De acuerdo a 2 Timoteo 3:16 toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Si tenemos claro que nuestros actos son la materialización de un pensamiento, entonces cuando llenamos nuestra mente con la verdad, podremos ir modificando los patrones establecidos por un entorno no saludable, para que nuestros actos comiencen ser dignos de hombres y mujeres conformes a la vida de Dios.

Recordemos que estamos llamados a ser santos (1 Tesalonicenses 4:3) y podemos ir sembrando en nuestra mente la semilla que cosechará santidad y justicia.

Dios bendiga sus vidas abundantemente!!!